El nacimiento de Jesucristo simboliza también la victoria de la luz sobre la oscuridad y los cristianos lo celebramos el 25 de Diciembre.
Los celtas celebraban Yule, el nacimiento del Sol. El combate entre la luz (Rey Roble) y la oscuridad (Rey Acebo), triunfando el primero, para ello se encendía un largo tronco que iba ardiendo durante toda la noche en temporada de celebraciones, en honor al nacimiento del nuevo sol, el árbol para ellos representaba el poder.
Los lapones celebran el solsticio con el culto a la diosa Beiwe, protectora del Sol, la cordura, la fertilidad y la salud. La tradición cuenta como la diosa Beiwe y su hija caminan por el cielo sobre huesos de reno, para que vuelvan a crecer plantas en la tierra y proporcione pasto a los renos, de ahí nace el festival de Beiwe.
Los romanos celebraban la Saturnalia, era un tiempo de paz, que tenía lugar del 17 al 23 de diciembre, estaba dedicada a Saturno, Dios de la agricultura y las cosechas, y la relacionaban con el ciclo agrario, pues es cuando la simiente está en los campos protegida por la tierra y a la espera de la primavera. Decoraban las casas ,encendían velas ,antorchas y adornaban los árboles que tenían con figuras de soles, lunas ,estrellas, y en forma de bolas de lana que simbolizaban la bondad y los frutos del campo. Todo ello acompañado de grandes banquetes familiares.
Algunas culturas creían que el dios del sol nació en el solsticio de invierno, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, solo para volver a otro ciclo.
Según el historiador , E. Roízton Pike, “los persas y los egipcios, los fenicios y los sirios, los griegos y los romanos, los mexicanos y los peruanos, los hindúes y otros pueblos; celebraban en aquel día (25 de diciembre) el parto de la Reina de los Cielos, la virgen celestial y el nacimiento de su hijo, del dios Solar. Dionisos o Baco, Mitra o Apolo, Zoroastro u Horus, etc., todos ellos anteriores al Cristo cristiano, y todos ellos llamados “El Salvador”, y nacidos de una virgen entre el 20 y el 25 de diciembre; esto es: la fecha del solsticio de invierno, también llamada “La puerta de los Dioses”. “El nacimiento de Adonis se celebraba ese día.
Laura Berbis